lunes, 12 de septiembre de 2011

Casa referencia: casa Fernando Gómez, Sáenz de Oiza





En el interior, un espacio diáfano entorno a la chimenea ordena las diferentes estancias. Oiza obtiene una disposición funcional que se divide en las tres funciones: estar, dormir y servicios. Los diferentes espacios se distribuyen buscando la orientación más favorable según su uso. Interiormente los muros se pliegan y se estiran conjugando estancias y diferenciando usos, sin la necesidad de encerrar herméticamente cada función.
La calidad espacial interior es muy rica gracias a la diferencia de alturas entre las partes centrales y las partes más periféricas; gracias a las inclinaciones del tejado y la inserción de otros volúmenes a modo de altillo, como un espacio reservado para un estudio.
La extensión de los muros hacia el jardín prolonga las estancias al exterior y configura espacios al aire libre de acogedora singularidad, al amparo y protección de la arquitectura.

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