He encontrado un proyecto de rehabilitación de la muralla en el Alto Albaicín de Granada que puede que a muchos de vosotros os sirva como referencia a la hora de plantear la relación de la biblioteca con la muralla (y los restos de ella). De forma similar al proyecto de la biblioteca, A. Jimenez Torrecillas tuvo que enfrentarse a un paisaje próximo y vinculado a la ciudad, natural y salvaje a la vez, pero convertido en espacio residual, un espacio de transición entre las ciudades vieja y nueva, que enmarcan sin tocar los restos incompletos, fracturados de la muralla nazarí.
La restitución mural tiene como fin dar continuidad visual (especialmente en una visión lejana) al lienzo de muralla, redefiniendo el límite histórico perdido y protegiendo los restos originales. Su interior se convierte en un espacio vacío, un pasaje calado que nos permite caminar dentro de la muralla, evocación de la Granada subterránea y, al mismo tiempo, de los corredores de guardia de los recintos defensivos. En la nueva muralla, un sencillo apilamiento de lajas de piedra dejan una serie de huecos aleatorios que, desde el interior, permiten volver a mirar la ciudad, recreando la visión que se tiene desde las celosías de la Alhambra.
Increíble soñé con estas murallas caminaba yo por allí...y las busque, finalmente las encontré...
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